Empecé en esta profesión haciendo fotografía de paisaje por ser la más sencilla de todas, pero me di cuenta que me faltaba algo en esa fotografía, me faltaba el factor humano.
Mi verdadera pasión es la fotografía de retrato. En estos tiempos en los que es tan fácil realizar una fotografía de alta calidad con los dispositivos que tenemos a nuestro alcance, creo que la verdadera esencia de esta profesión es resumir la personalidad de las personas en una sola foto. En fotografiar sus sentimientos. Las situaciones son similares: una boda , un evento,... pero los momentos son únicos y cada persona hace únicas sus sesiones de fotos.
Me encanta ver como las personas con las que trabajo disfrutan con la sesión de fotos y cómo se emocionan al ver el trabajo realizado sobre la pantalla de mi cámara o sus reacciones al abrir el álbum entregado. La vida es emocional y yo disfruto al sentir las emociones sinceras de mis clientes.
