Trabajo bajo mi propia percepción, disegno-à-porter, un concepto donde la "moda lenta" se encuentra basada en la calidad, que tiene relación con el tiempo dedicado al producto como signo de respeto por su utilidad y su ciclo de vida.
Toda prenda tiene su principio, retorno y final. Es ahí donde el Slow Fashion se encuentra en un punto donde la revolución del diseño y la transformación conceptual están en pleno proceso de crecimiento, donde el cambio de pensamiento empieza a florecer.
Soy una persona muy exigente con mi trabajo, creativo, organizado y racional. Mis inspiraciones parten de toda rama artística, de las indagaciones terrenales, sociales y sentimentales. La comunicación, dirección y gestión de proyectos es una de mis aptitudes más importantes. Todo ello conforma mi valor como marca y diseñador.