Nos hemos basado en poema del romanticismo del escritor francés Théophile Gautier del que después se hizo un ballet que trata de una bailarina que vuelve de una actuación y en un momento en el que respira su perfume con profundidad, se duerme con una rosa en la mano, sentada en una butaca. En ese preciso momento empieza su ensoñación con el espectro de la rosa que aparece suavemente por una ventana hipnotizándola en una danza encantada.